Porque esta vida no es para competir sino para compartir: cualquiera de las reflexiones que resuenen contigo, COMPÁRTELAS con los demás como parte de tu aprendizaje. 

Suscríbete

Comparte este Blog

" Responsabilidad es dejar de esperar que alguien arregle las cosas que no funcionan en nuestra vida y decidir que yo soy el único que lo puedo hacer."

Contacto

Docente Orientadora

carolina.docenteorientadora@gmail.com

Teléfono IEACE: 2880063 

contador de visitas

¿Qué lleva a un niño a suicidarse?

Dos casos registrados esta semana, en el Tolima y en el Valle del Cauca, prendieron las alarmas sobre este fenómeno, que el año pasado cobró la vida de 193 menores de edad.

Tomado de: http://www.elespectador.com/impreso/vivir/articulo-376138-lleva-un-nino-suicidarse 

Septiembre 21/12

 

¿Qué tiene en la cabeza un niño de cinco años que se suicida (como lo registra el informe de Medicina Legal Forensis 2011)? El año pasado, 193 menores de edad entre los 5 y 17 años decidieron quitarse la vida. ¿Qué los llevó a tomar esa decisión?

 

Quizás una de las personas en Colombia que más conoce el tema es Miguel de Zubiría Samper, director de la Liga Colombiana contra el Suicidio Infantil y autor del libro Cómo prevenir la soledad, la depresión y el suicidio en niños y jóvenes. Zubiría dice que los cerca de diez años que ha investigado este fenómeno lo han llevado a una conclusión: existen dos razones fundamentales que llevan a una persona a tomar esta decisión.

 

“Detrás de los mil motivos que un niño tiene para suicidarse —desde perder una materia hasta la separación de sus padres o sentirse gordo— hemos encontrado dos causas muy precisas: la primera es la infelicidad en el sentido estricto de la palabra”.

 

Asegura que en Colombia hay un número “enorme” de niños y adolescentes que se sienten muy infelices porque no tienen buenos amigos, o porque su colegio les parece aburrido, o porque se sienten solos. Incluso, se atreve a calcular que un 50% de los jóvenes en nuestro país está llevando una vida infeliz.

“Si no hay fuentes de felicidad (así los papás piensen que la felicidad está en un televisor en el cuarto, en un ipod o en una camiseta nueva), cualquiera de los mil motivos que mencionamos pueden disparar ese pensamiento de que la única opción es suicidarse”, dice.

 

Y hay una segunda causa: el sufrimiento. “Existe un gran dolor sicológico al perder a tu mamá, a tu papá, al sentirte feo... hay mil fuentes posibles de sufrimiento. Y ese dolor es tan severo que el niño o el joven o el adulto —no hay ninguna diferencia— piensa que la única manera de eliminarlo es acabando con su vida”.

Según De Zubiría, la pregunta de fondo en estos casos es: “¿Por qué hay millones de niños tan infelices y por qué sufren tanto por cosas que a nosotros nos parecerían idioteces? Ese es el cuestionamiento que hay que resolver, y para eso hay que preguntarse también qué está pasando en las familias y en los colegios, que no estamos preparando a los niños para que aprendan a sufrir”.

 

Dos suicidios ocurridos esta semana en Mariquita, Tolima, y en Jamundí, Valle del Cauca, pusieron en evidencia un recrudecimiento de esta problemática.

 

El más reciente fue el de Brigit Lorena González, de 14 años. Un disparo al aire enfrente de sus compañeros de colegio fue la primera alerta. Luego, con el mismo revólver calibre 38 apuntó a algunos de ellos y, de inmediato, una crisis nerviosa empezó a contagiarlos. Una crisis que estalló cuando, después de fallidos intentos de diálogo con ella, Brigit apretó el gatillo una vez más. Su estómago recibió el impacto y su muerte fue inevitable.

 

El otro fue el domingo en horas de la tarde. Un menor de 12 años, en el sur del Valle del Cauca, decidió ahorcarse después de un regaño de su mamá.

 

Y tal vez, como lo explica Luis Alberto Ramírez, médico siquiatra de niños, unas de las principales causas son los altos de niveles de ansiedad en la infancia y su vulnerabilidad a un entorno social cada vez más complicado.

 

“Hay un promedio de 37% y 40% de niños y jóvenes con grados críticos de ansiedad. Eso es lo que están experimentando en una sociedad donde los lazos familiares se han debilitado y las relaciones giran en torno a un consumo desfasado”, dice. A ello se suman el miedo al fracaso y el temor hacia el futuro. En suma, una desesperanza agobiante.

 

Según este especialista, la incomprensión de los padres es otro factor que tiene graves consecuencias. “Lo peor que se puede hacer cuando un niño dice que se va a matar, es retarlo”. Para Ramírez, hay temporadas peligrosas, como el final de un año escolar, cuando, si no se cumplen las metas propuestas, es posible que haya momentos de crisis.

 

“Ahí lo mejor que se puede hacer es escuchar y presentarles momentos amables. Los padres deben entender que los niños tienen diferencias intelectuales y que no todos tienen la misma capacidad”, afirma.

 

Escribir comentario

Comentarios: 0

Ideas de muerte en los adolescentes

Cartilla de orientación y prevención del suicidio.
Todo el contenido de esta guía es tomado de la Cartilla de orientación y prevención, publicada por la Asociación argentina de prevención del suicidio en: http://www.suicidologia.org.ar/?cartilla-de-orientacion-y-prevencion
GUIA 2- Cartilla prevención del suicidio
Documento Adobe Acrobat 489.5 KB

Artículo sobre ideas de muerte en adolescentes

Recopilado y escrito por: Carolina Cardona Yepes

Julio de 2012

 

En la asesoría individual con adolescentes, un tema que se presenta de forma frecuente es el pensamiento de muerte o ideación suicida.  Tema que genera desconcierto y angustia cuando es manifestado por el joven a familiares, amigos o docentes; quienes por lo general asumen una posición de acuerdo a sus conceptos, algunos regañan y censuran, hay los que dan consejos, otros creen que si lo dijo no lo va a hacer y están los que buscan ayuda profesional.

 

Al escribir este artículo, mi propósito como Docente Orientadora de la IE, es aclarar mitos que se tienen sobre la ideación y planeación suicida, así como establecer un protocolo de atención de los estudiantes que identifiquemos en riesgo potencial de atentar contra su propia vida, ya que la identificación precoz es lo único que posibilita brindar una intervención oportuna a la situación e implementar procesos terapéuticos según el riesgo potencial identificado.

 

Las ideas recurrentes de muerte, la intención premeditada de acabar con la propia vida, en personas de cualquier edad, hacen parte de un proceso complejo y  multideterminado. “El suicidio constituye la cuarta causa de muerte violenta en Colombia (Forensis, 2009) y es susceptible de prevenirse cuando se identifican y se controlan los factores de riesgo. Estos factores de riesgos están relacionados con enfermedades mentales y médicas, adicciones, recursos económicos limitados, situaciones de vulnerabilidad social y familiar, factores genéticos y relacionados con el funcionamiento de los neurotransmisores (Mingote, Jiménez, Osorio, & Palomo, 2004).”[1]  Es de anotar que la obsesión por la muerte, que se evidencia como ideación suicida o miedos acerca de la muerte o morir, pueden ser uno de los síntomas de depresión en el adolescente.

 

¿CÓMO SE DEFINE EL SUICIDIO?

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS, 1976) define el suicidio como todo acto por el que un individuo se causa a sí mismo una lesión o un daño, con un grado variable de la intención de morir, cualquiera sea el grado de intención letal o de conocimiento de los verdaderos motivos.

 

Se considera suicidio, toda muerte que resulta, mediata o inmediatamente, de un acto positivo o negativo, realizado por la víctima misma, sabiendo que debía producir ese resultado (Durkheim, 1897).[2] Por acto negativo se entienden las acciones que la persona deja de hacer conociendo las consecuencias mortales, como dejar de comer o dejar de tomarse un medicamento esencial que requiere por una enfermedad.  Actos positivos son los que la persona efectúa para lesionarse como cortarse, lanzarse desde una altura, tomar una sobredosis, etc.  Los efectos mediatos se presentan por ejemplo con envenenamientos paulatinos, que no causan la muerte instantánea.    

 

El comportamiento suicida varía en cuanto a los grados, encontramos una progresión desde solo pensar en quitarse la vida hasta elaborar un plan para suicidarse y obtener los medios para hacerlo, intentar suicidarse y, finalmente, llevar a cabo el acto o suicidio consumado (Organización Panamericana de la Salud -OPS/PAHO).[3]

 

Para dar cuenta de esta progresividad, un estudioso del tema propone el concepto de "continuum autodestructivo":

ž   La primera etapa, connotada por las fantasías, la llama ideación suicida,

ž   las crisis suicidas, serían expresión de un cálculo de salida,

ž   la tentativa de suicidio constituye el aviso denunciante,

ž   el suicidio frustrado correspondería a un período de prueba de ensayo-error,  

ž   y finalmente el suicidio consumado representaría la condensación del proceso. (Adam,1985)[4]

 

Por otro lado, en las investigaciones sobre intento de suicido, se ha identificado un cambio en la actualidad respecto a los intentos suicidas en épocas anteriores. Actualmente, la mayoría de pacientes con intento suicida, no han tomado una decisión racional y premeditada de suicidarse. El suicidio respondería más bien a un acto producto de la ansiedad, desencadenado por una situación, en muchos casos, cotidiana que en un momento sobrepasa al individuo, más que de un cuadro de profunda depresión (como ocurría anteriormente). En segundo lugar, parece haber en el suicida una certeza de soledad en el momento de su acto; muchas veces, no ha pedido ayuda, ni ha compartido su situación con nadie. También, parece haber un cambio en la tendencia profundamente reflexiva que se observaba en los suicidios depresivos, frente a los suicidios irreflexivos y angustiosos contemporáneos, que se presentan más como un grito de auxilio que como una decisión.[5]

 

 

MITOS, PREJUICIOS Y PRECONCEPTOS RELACIONADOS CON EL SUICIDIO

Existe una amplia variedad de mitos con respecto a las personas con ideación e intentos suicidas, a continuación  un resumen de los principales mitos con su respectiva aclaración, han sido tomados de la Cartilla de orientación y prevención, elaborada por la Asociación argentina de prevención del suicidio. [6]

 

MITO

REALIDAD

Las personas que expresan sus ideas de muerte lo hacen solo para llamar la atención.

El llamado de atención es la comunicación de un pedido de ayuda, que espera una respuesta del interlocutor elegido.

Las personas que hablan de suicidio rara vez se suicidan.

Las personas que se suicidan dan indicios, advertencias y a menudo hablan de su muerte. Alguien que piensa o habla del suicidio necesita ayuda.

Los suicidas sólo desean morir y nadie puede sacarlos de esa idea.

Es muy frecuente que las personas con ideación suicida tengan sentimientos ambivalentes respecto a la propia muerte, aunque manifiesten lo contrario.

Un intento de suicidio implica que siempre tendrá ideas suicidas.

A menudo las tentativas suicidas se dan en períodos altamente estresantes, que requieren de un trabajo elaborativo de los conflictos que lo provocaron.  De la elaboración y resolución de los conflictos se sale fortalecido para afrontar nuevos compromisos en la vida.

Si se le habla del deseo de morir a una persona con ideas suicidas se lo empuja a que lo haga.

Preguntarle a una persona con ideas de suicidio directamente sobre su deseo de muerte lo alivia,  lo saca del aislamiento y le permite hablar de cuestiones que en ese momento lo están mortificando, sin poder encontrarle una salida.

Hablar es en sí mismo un remedio y actúa como un freno a la tendencia impulsiva.

Si mejora inmediatamente después de una crisis suicida significa que salió del riesgo

La mejoría súbita en el medio de una crisis suicida indica, por lo general, que la persona ha tomado su decisión y llevará adelante su planificación letal.

Salir del riesgo significa poder enfrentar nuevos problemas sin que retornen los pensamientos suicidas y puede tomar muchos meses y/o años.

 

Como conclusión, es necesario ser conscientes que todo pensamiento o comportamiento autodestructivo es grave y puede tener consecuencias fatales, por lo que debemos tomarlo muy seriamente y brindarle ayuda profesional. 

 

Cuando un niño, adolescente, adulto o adulto mayor verbaliza sus pensamientos de muerte, es porque nos está manifestando su necesidad urgente de ayuda y espera alguna respuesta de la persona a quien lo comunica.

 

Muchas muertes autoinfligidas, ocurren en medio de una crisis de ansiedad, de rabia, en una situación de desespero, de profunda tristeza, a las que no le encuentra solución.  Un gran número de estas muertes se pueden evitar.  Un aspecto importante de la prevención consiste en identificar oportunamente las situaciones de riesgo. 

 

Un factor protector para ayudar a salir de las crisis es configurar las redes de apoyo psicológico y social, con la participación de los pares y personas cercanas y de confianza, que brinden y favorezcan condiciones contenedoras en lo afectivo, en lo médico, en lo académico, en lo laboral y en otros ámbitos significativos para la persona.  De esta forma es posible que la salida de esa situación de crisis sirva para activar un proceso de crecimiento, superador del momento que le dio origen a la misma crisis.

 

PROTOCOLO O RUTA DE ATENCIÓN EN LA IEACE

 

Cuando una persona de la comunidad educativa le manifieste sus pensamientos de muerte, siempre tome muy seriamente estas ideas suicidas y siga la siguiente ruta:

 

1)      Permítale a la persona que se exprese libremente, no lo juzgue. Manténgase interesado en escuchar y no lo interrumpa.

2)      No de consejos, trate de entender los motivos que originan las ideas de muerte.

3)      No jure que va a mantener el secreto sobre las ideas suicidas. Comuníquele que juntos van a buscar ayuda y que es su deber informar a las personas correspondientes.

4)      No trate de arreglárselas solo con la situación, busque ayuda especializada lo antes posible.

5)      Remita el caso con prontitud a orientación escolar, donde se hace la atención primaria en crisis.

6)      Cuando se trata de menores de edad, la persona que atiende al estudiante debe informar de inmediato al acudiente (puede ser docente orientadora, director de grupo o una de las directivas).

7)      Es importante hablar con el acudiente, aclarándole los mitos sobre el suicidio y explicándole la importancia de buscar atención especializada.

8)      Como institución educativa estamos en la obligación de remitir al estudiante para que reciba atención especializada prioritaria por psiquiatría según su plan del POS. La remisión solo se le entrega al acudiente. 

9)      Si se presenta alguna autolesión o tentativa de suicidio dentro de la IE, se debe informar inmediatamente al acudiente y trasladar al estudiante al servicio de urgencias del Hospital Venancio Díaz de Sabaneta, la persona de contacto en el hospital es Patricia Vásquez- Subdirectora científica, celular 3146174079.

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS



[1] Barreto, D. Fajardo, D & Valencia, C.  Trabajo de postgrado Construcción y validación de un banco de reactivos para la elaboración de una prueba que identifique riesgo suicida en fuerzas militares. Universidad De San Buenaventura, Bogotá. Mayo 2011 .

[2] Citado por la Asociación argentina de prevención del suicidio http://www.suicidologia.org.ar

[3]  Organización Panamericana de la Salud  http://www.paho.org/Spanish/AM/PUB/capitulo_7.pdf

[4] Citado por la Asociación argentina de prevención del suicidio http://www.suicidologia.org.ar

[5] Otero Ospina, Andrea.  Trabajo de postgrado: El Suicidio: Entre la subjetividad y lo social.  Universidad de San Buenaventura,  Cali. Septiembre 2010.

[6] Tomado de la Cartilla de orientación y prevención http://www.suicidologia.org.ar/?cartilla-de-orientacion-y-prevencion,89

 

 

Comentarios: 0

Acoso escolar entre niñas

"Las niñas tienen modalidades de acoso social muchas veces más lesivas, como hacer quedar en ridículo, inventar apodos o amenazar con divulgar algún hecho privado", como afirma la psicóloga de familia María Helena López.

 

Los expertos coinciden en advertir que esta clase de agresión relacional, presente en el día a día de las niñas desde temprana edad, puede ser tan dolorosa como los golpes e incluso tener efectos emocionales y físicos más duraderos.

 

Enrique Chaux, docente de la Universidad de los Andes y experto en temas de violencia escolar, explica que "entre niños es más común la intimidación física y con insultos (se empujan, se golpean); entre ellas, se ve la intimidación indirecta, de forma encubierta y menos evidente".

 

Las psicólogas estadounidenses Michelle Anthony y Reyna Lindert, en su libro Matoneo entre niñas, muestran que según las investigaciones las niñas pueden ser tan agresivas como los niños al usar palabras crueles y peyorativas. Además, excluyen, traicionan, expanden rumores y humillan.

 

Las niñas crean intrigas, riegan chismes y excluyen a quien les venga en gana. De acuerdo con los expertos, este tipo de intimidación tiende a pasar desapercibida para los adultos, porque creen que se trata de simples peleas de amigas; además, si son pequeñas, lo normal es que las niñas no entiendan por lo que están pasando.

 

Entre las niñas suele darse la exclusión permanente: la afectada no es invitada a juegos, fiestas o paseos; es blanco de habladurías, de descalificación e intimidación virtual.

 

Además de los dolores de cabeza y de estómago con los que suele manifestarse la situación en las víctimas, Anthony y Lindert sostienen que estas experiencias de crueldad pueden acarrear un impacto negativo en la percepción que tienen las pequeñas de ellas mismas y en sus habilidades para aprender. Su desempeño escolar, está comprobado, tiende a ser más bajo.

 

Y Chaux señala que la intimidación escolar no se ciñe a agresiones esporádicas o a peleas entre amigas. Se trata de una situación repetida y sistemática contra la misma persona, durante varias semanas, meses e incluso años. 

¿Qué deben hacer padres y docentes?

CONSEJOS PARA MAESTROS

 

Es clave que los docentes aprendan a detectar la intimidación entre las niñas. Un primer paso es observar a sus estudiantes en los recreos y a la hora de almuerzo, para detectar malos tratos y exclusiones

-A comienzo de año, dejen claro que el mal trato hacia los otros es inaceptable.

-Creen en el salón una comunidad solidaria: pídanles a sus alumnas recortes donde se reflejen actitudes positivas, como ayudar a otros y respeto a las diferencias.

-Motiven a sus estudiantes a que halaguen un acto amable de sus compañeras al final de cada día.

-Pídanles que le escriban una carta a alguien en la que destaquen lo que más les gusta de esa persona.

-Díganles a las niñas populares, a las líderes, que ayuden a frenar el matoneo cuando se presente: que apoyen a la niña victima de la agresión.

-Acostúmbrenlas a celebrar públicamente los logros de sus compañeras.

-Dediquen una cartelera a compartir el aprecio por las demás o para recompensar las buenas acciones de las niñas, y sus logros académicos y actitudinales.

-Hablen en clase de lo que se siente estar furioso y cómo lidiar con este sentimiento.

-Cuando haya un acto de crueldad hacia alguien, ayuden a la víctima a identificar a sus aliadas.

-Creen buzones y medios electrónicos para que las estudiantes reporten la intimidación.

 

CONSEJOS PARA PADRES

 

Prevenir la agresión es la clave del éxito desde los primeros años de preescolar. En esta etapa hay que desarrollar en los niños la empatía (que a uno le duela el dolor de los otros, comprender lo que los demás sienten) y la asertividad, es decir, la capacidad de ser firme y defender sus derechos o los de otros sin recurrir a la agresión, de acuerdo con Enrique Chaux en su libro.

 

Si su niña es la víctima...

 - Estén atentos a cualquier cambio en su tono de voz, expresión facial o selección de palabras, así como su estado de ánimo.

- Tengan en cuenta los indicadores de estrés infantil: cambios en su comportamiento familiar y disminución del nivel de entusiasmo por actividades que solían gustarle.

- Pregúntenle con quién jugó ese día en el colegio, si se sentó con alguna amiga nueva, si le ha pasado algo; profundice en detalles para saber cómo se siente.

- Cuando sientan que hay un problema de este estilo, hagan una lista de ideas para identificar posibles soluciones a la agresión.

- Recurran a juegos de representación para ayudarle a enfrentar el problema; recuérdenle que cuando los amigos nos tratan mal, hay que hacerse valer y respetar.

- Motiven a la niña a tener nuevas amigas y a acercarse a aquellas que son amables y amorosas.

- Ayúdenla a fortalecer su círculo de amigas externas al colegio.

- Inscríbanla en actividades extracurriculares para que interactúen con otras niñas.

- Lean libros y vean películas que muestren las relaciones sociales y se destaquen las cualidades de los buenos amigos y compañeros.

- Ayúdenla a descubrir sus propias habilidades: hagan una lista inicial y agreguen un logro nuevo cada día. 

 

Si su hija es la acosadora escolar...

- Escúchela sin juicios, insultos o amenazas y ayúdele a darse cuenta de que cometió un error. No se refiere a ella como persona sino a comportamientos específicos.

-Hablen con ella con franqueza e invítenla a ponerse en los zapatos de la niña que agredida. Pregúntenle: ¿Cómo te sentirías si fueras la única a la que no invitan a una fiesta?

- Indíquele claramente a su hija las consecuencias que habrá si esto vuelve a pasar.

-Es muy importante que ella se disculpe y haga algo por enmendar su error. Que repare el daño. Una buena alternativa es que escriba una carta en la que pida disculpas.

-Vea con ella una película que le permita a su hija identificarse con el personaje más débil y que le sirva para entender que no está bien lastimar a los demás.

- Reitérele su afecto y disposición a ayudarla para que corrija este comportamiento.

 

Fuentes:

'Matoneo entre niñas, un libro indispensable para padres y maestros'. Michelle Anthony, M.A., Ph.D., y Reyna Lindert, Ph.D., de Editorial Panamericana.

Enrique Chaux, investigador de la U. de los Andes y autor del libro 'Educacion, convivencia y agresión escolar'.

María Helena López, psicóloga familiar y autora de los libros 'La intimidación escolar o Bullying: un asunto serio', y '¡Basta ya! El bullying puede parar'.

 

 

Adaptado del artículo Intimidar y excluir son algunos métodos. Consecuencias psicológicas son más lesivas y duraderas. Publicado en El Tiempo, sección  Vida de Hoy.  Redactora:  Andrea Linares Gómez, Mayo 26/12

 

 

Escribir comentario

Comentarios: 3
  • #1

    Claudia Elena (miércoles, 04 julio 2012 16:22)

    Muy interesante la información, vale la pena seguir difundiendo y preparar una orientación de grupo para trabajarla con las y los estudiantes, docentes, padres y/o acudientes.

  • #2

    Claudia Elena (viernes, 21 septiembre 2012 19:31)

    Muchas gracias por la información, en realidad vale la pena conocerla por la importancia que reviste. Es otra manera de acercarnos a la realidad que acontece en la vida, sobre todo en los jóvenes para estar atentos y saber cómo actuar.

  • #3

    Claudia Elena (viernes, 21 septiembre 2012 19:40)

    Me gusta el cuento de la Pedagogía. Valdría la pena conversar para reflexionar de ello en una Jornada Pedagógica, como su nombre lo indica es un espacios para pensar asuntos pedagógicos -en que esta como ciencia- nos ilumine las prácticas y desde allí contribuir con la solución de problemas propios del quehacer que tanta falta nos hace.

Escribir comentario

Comentarios: 0

Detección del maltrato infantil

Algunas de las preguntas que me inquietan desde que comencé mi ejercicio profesional como psicóloga, son ¿cómo reconocer los niños que son víctimas del maltrato en cualquiera de sus tipos? y ¿cómo hacer el diagnóstico diferencial?. Cómo identificar cuando la angustia, el llanto excesivo, las dificultades para dormir, los trastornos de la alimentación o la eliminación y los retrasos en el desarrollo de un infante corresponden a algún proceso de adaptación, son una respuesta a una situación estresante, hace parte de un trastorno o desorden, o por el contrario nos encontramos ante una situación de maltrato.


Los profesionales de la salud y los maestros, en el trabajo cotidiano con los niños, niñas y adolescentes en las IE,  tenemos la posibilidad de identificar los que están siendo víctimas de algún tipo de maltrato y teniendo en cuenta que este es un diagnóstico prioritario, debe ser nuestro compromiso asesorar y canalizar al infante y su familia a las entidades especializadas, así como reportar y denunciar la situación de vulneración de derechos.  

 

Una oportuna detección e intervención disminuye la exposición del niño, niña o adolescente al maltrato repetitivo, evita lesiones mayores y en muchos casos previene la muerte.

 

A continuación encontrarán el listado de los signos, síntomas, comportamientos y señales emocionales, que nos pueden indicar que estamos ante un caso de maltrato que requiere atención prioritaria, por lo que debe ser reportado a Coordinación, Rectoría o Docente Orientadora.

Signos o indicadores de comportamiento

• Actitud asustadiza, temerosa, silenciosa.

• Agresivo. Retraído.

• Alega temor a los padres, sufre agresión de los padres o brinda razones poco creíbles para sus lesiones.

• Asume responsabilidades propias de un adulto (niño-niña-adolescentes cuidan a otros niño-niña-adolescentes).

• Baja repentina en el rendimiento escolar.

• Busca atención y afecto. Cambios repentinos y bruscos en la conducta.

• Cambios repentinos de conducta.

• Carece de vestimenta adecuada, e inclusive de la necesaria.

• Comportamiento extremo (agresivo, muy retraído, muy sumiso, muy pasivo, extremadamente hiperactivo, depresivo).

• Conducta agresiva, inmadura.

• Conductas y conocimientos sexuales inadecuados para la edad (comportamiento muy seductor, uso de palabras obscenas, etc.).

• Demuestra bajo concepto de sí mismo.

• Depresivo. Apático.

• Desconfianza hacia los adultos.

• Excesivo interés en temas sexuales.

• Fugas crónicas.

• Masturbación excesiva.

• No le gusta cambiar de ropa en actividades grupales (gimnasia).

• Pide o roba comida.

• Problemas de aprendizaje (bajo rendimiento académico).

• Registra continuas ausencias o llegadas tardías a la escuela.

• Regresión a una etapa de desarrollo anterior.

• Relaciones deficientes con los compañeros.

• Relaciones interpersonales deficientes.

• Relatos indirectos o directos de ser o haber sido víctima de abuso sexual.

• Sumiso, actúa en forma pseudo-madura, extremadamente complaciente.

• Temor a una persona en especial

• Temor a una persona en particular. El rendimiento no es el esperado para la edad.

• Tendencia a abusar sexualmente de personas menores

• Tendencias destructivas.

• Uso de vestimenta inadecuada para el clima (ocultando las lesiones).

Escribir comentario

Comentarios: 2
  • #1

    Julián Alberto A. (lunes, 04 junio 2012 18:26)

    Excelente propuesta, son una herramienta imporante para el quehacer escolar.

  • #2

    Claudia Elena (martes, 05 junio 2012 18:17)

    Felicitaciones, me gusta el blog y me parece una excelente oportunidad para comunicarnos e interactuar con el saber y el conocimiento disciplinar.

Ser maestro es...

Imagen disponible en :

https://www.facebook.com/taller.f.sociologico

Comentarios: 0